Macarena Rojas de Mamá millennials este mes nos comparte una reflexión de un tema que poco se trata, y que es muy importante enseñar desde la primera infancia.
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Soy mamá y soy profe, desde un tiempo acá mi labor de profesora se ha visto interrumpido por una nube obscura de sufrimiento por parte de mis estudiantes, hombres y mujeres. Han salido a la luz relatos de abusos psicológicos y físicos que han tocado cada fibra de mi ser y me he volcado en una reflexión consciente de la importancia de conversar estos temas con nuestros hijos.
Mis estudiantes se atrevieron hablar ahora porque no quieren que le pase a nadie más y en sus relatos se destaca la poca comunicación con sus padres y el desconocimiento de no saber de qué trata el abuso, cuando hay una diferencia en el cariño y en un toque indebido, la poca autoestima y la falta de educación sobre la violencia de género hacia la mujer, por sobre todo.
Nuestra sociedad es machista, eso lo sabemos, pero me parece insólito que hoy en día se sigan dando prácticas de abuso contra la mujer pintándolo como el “deber” de nuestro género. No es posible que en el pololeo se dé que la chica sea una esclava del hombre y debe servirle el desayuno en sala de clases, permitir gritos por no copiar una materia o hacerle un trabajo. Basta! Eso no está bien.
Hago el llamado a la concientización de la enseñanza en los niños sobre prevención del abuso psicológico y físico, se ha avanzado un montón en temáticas de bullying, pero debemos seguir creciendo en enseñar a nuestros pequeños que no está bien mirar a la amiguita en menos solo por ser mujer o abusar de las buenas voluntades de prestarnos sus cuadernos o lápices.
Debemos enseñar que no está bien tocar a otras sin su consentimiento.
Debemos enseñar que no debemos ser tocados si no queremos y porque eso nos hace sentir incómodos.
Debemos enseñar que las palabras son una gran herramienta de comunicación, pero también debemos enseñar que las palabras incorrectas en el tono incorrecto puede dañar al otro.
Debemos enseñar a nuestros niños que las mujeres pueden hacer lo mismo que ellos, que un color o juguete no determina si eres hombre o mujer.
Debemos enseñar a nuestros niños y niñas que somos personas libres, pero que vivimos insertos en una sociedad donde se han creado normas en comunidad que esperamos respetar todos.
Debemos enseñar a nuestros hijos a no sentir miedo por ser niño o niña, hombre o mujer, o lo que sientan que son, porque vivir en el miedo es no vivir del todo.
Enseñemos a nuestros niños y niñas a amarse y respetarse, hacia ellos mismos y hacia los otros.
Enseñemos y enseñémonos.
Escrito por, Maca Rojas, docente universitaria. Mamá primeriza y aprendiz de este nuevo rol. Su nuevo mundo lo integran la pequeña Maite, su amado Marco, hijos perrunos y una eriza de tierra arisca. Inquieta, habladora y entusiasta. Se suma como colaboradora en el Blog
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